EL MUNDO - SAN JUAN, PUERTO RICO - JUEVES, 22 DE AGOSTO DE 1946
El licenciado Manuel Rodríguez Serra dijo ayer ante la Comisión de Servicio Público que "la adquisición de guaguas nuevas no resuelve el problema de la transportación de pasajeros en la capital, porque no hay un grupo de conductores responsables, que garanticen la seguridad del público." Afirmó que la Autoridad de Transporte no puede dar el servicio eficiente y seguro que da el tranvía eléctrico "porque es fácil fabricar guaguas nuevas pero no es fácil fabricar chóferes responsables." Insistió el licenciado Rodríguez Serra que este no es el momento oportuno para eliminar el servicio de tranvía. Hizo un elogio de la cortesía y de la responsabilidad de los motoristas, estableciendo el contraste con los chóferes de guaguas, diciendo que "en su mayoría forman guachafitas y tertulias, a veces con los policías que viajan en éstas." Afirmó que mujeres, niños y ancianos pueden viajar confiados en el tranvía, no así en las guaguas. Censuró a la autoridad o autoridades responsables que permitieron que el equipo del tranvía se deteriorase sin hacerle mejoras y reformas.
Antes de hacer uso de la palabra el licenciado Rodríguez Serra, el presidente de la Comisión, licenciado Antonio Barceló, hijo, hizo una detallada exposición de todas las gestiones realizadas para la eliminación del tranvía; de las vistas públicas celebradas; de los estudios hechos por la Comisión; y de las solicitudes hechas a la Comisión para que considerara el asunto de la eliminación del tranvía, aclarando que la solicitud había partido de la Junta de Planificación y que en ningún momento la Autoridad de Fuentes Fluviales había solicitado la eliminación.
El segundo turno fue consumido por el señor Freixas González, quien calificó de actitud impensada la idea de eliminar el tranvía, alegando que si la razón para su eliminación eran las pérdidas, ésta no tenía peso alguno porque el gobierno no estaba llamado a hacer negocios, sino a dar servicio al público, mencionó varios servicios que rinde el gobierno, incurriendo en pérdidas, pero beneficiando a los contribuyentes.
Siguió al señor Freixas, el señor José C. Menéndez, presidente de la Asociación de Propietarios de San Juan, quien elogió también la eficiencia, cortesía y responsabilidad de los motoristas del tranvía, alegando que el servicio debe mejorarse en vez de eliminarse. Dijo que las nuevas guaguas de la Autoridad de Transporte "calurosas y llenas de cristales, son una amenaza para los pasajeros", porque al desgraciadamente ocurrir un choque "serían muchas las personas que correrían el riesgo de quedar sin narices y sin orejas." Alegó también que el tranvía es un medio de protección para el público, en caso de huelga o de otros trastornos que obliguen a la Autoridad de Transporte a suspender el servicio por algún tiempo.
Los señores José E. Géigel y Jorge Saldaña sostuvieron que el tranvía es indispensable para los ancianos y niños de edad escolar que tienen que trasladarse diariamente hasta el centro de San Juan.
El señor Antonio Lucchetti, director de la Autoridad de Fuentes Fluviales, al contestar a varias alusiones que se le habían hecho, dijo que, la Autoridad nunca se había quejado de que el "trolley" dejara pérdidas y que era injusto que se le atribuyera el querer la eliminación del carro eléctrico cuando él nunca había solicitado tal eliminación. A una pregunta hecha por el licenciado Rodríguez Serra para que se le explicara por qué las autoridades no traspasaban a la Autoridad de Transporte el servicio del "trolley", el señor Lucchetti contestó que, toda vez que su agencia no había sido creada para dedicarse a la transportación de pasajeros él había insinuado eso mismo en una ocasión, pero que en ningún momento se había considerado favorablemente dicha proposición.