EL MUNDO - SAN JUAN, PUERTO RICO - JUEVES, 4 DE MAYO DE 1944
Con visibles demostraciones de júbilo fue acogida ayer por el público de la capital, la reaparición de los tranvías eléctricos, servicio que había estado suspendido desde hacía alrededor de treinta y cinco días, por disposición de la dirección de la Autoridad de Fuentes Fluviales. La suspensión del tranvía, como saben nuestros lectores, fué motivo de gran controversia y de protestas por parte del público, culminando con la celebración de una audiencia ante la Comisión de Servicio Público, durante la cual el señor Antonio Lucchetti aseguró que volvería a funcionar tan pronto lloviera un poco en los lagos de las represas de la Autoridad de Fuentes Fluviales. La suspensión del servicio de tranvías fué también motivo de controversias legales entre la AFF y la Comisión de Servicio Público, sobre las cuales ya hemos informado en ediciones anteriores.
Tal y como había sido anunciado la noche anterior, ayer a las siete y veinte minutos de la mañana salió el primer tranvía eléctrico ---el carro número 7--- por la ruta del Parque-Avenida Ponce de León. Al restablecimiento del servicio no asistió ninguno de los directores de la empresa, con excepción del señor Faustino Sotomayor, encargado de la división de tranvías de la “Porto Rico Railway Light”, por muchos años. Todos los carros que fueron puestos en servicio ayer, en número de ocho, habían sido bien limpiados y engrasados en días anteriores. También se les hicieron leves reparaciones a la carrocería, y algunos se pintaron. Los primeros pasajeros del tranvía número 7 subieron al mismo en la estación inicial, siendo recogidos los siguientes en la Parada 44,---un grupo de personas que parecían aguardarle desde hacía rato. Cuando el tranvía llegó a la parada 23 ya se encontraba prácticamente lleno, por viejos clientes que montaban en el mismo con caras risueñas. Al pasar frente a la Escuela Superior Central, un crecido número de estudiantes que había en las afueras del plantel, comenzó a aplaudir. De muchas casas junto a la avenida, sus residentes salían a los balcones y ventanas a ver pasar el carro eléctrico, como si fuera cosa completamente nueva en la ciudad. Al llegar a la estación del puente, donde hace conexión con la línea del Condado, el jefe de la estación saludó jubilosamente a los conductores, cambiando efusivos saludos. El tranvía llegó a San Juan a eso de las ocho menos diez minutos; dejando y recogiendo pasajeros, para continuar su recorrido. El primer carro vino hasta la capital con empleados públicos, empleados de empresas privadas, estudiantes, obreros, domésticos. El comercio de San Juan vio complacido el regreso del tranvía y lo mismo el público en general. Al hacer su parada regular junto al USO Casino Club, algunas personas que habían llegado en guagua hasta la Plaza de Colón, tomaron el tranvía para llegar hasta el centro de la ciudad, ahorrando así energías y adelantando algunos minutos la llegada a sus destinos.
De acuerdo con lo que nos manifestara el señor Faustino Sotomayor, superintendente de la línea del tranvía, él había recibido instrucciones de poner en funcionamiento los ocho troles disponibles durante las horas de mayor tránsito, y retirar cuatro en las horas de calma. Esto se continuará haciendo hasta tanto de normalice el abastecimiento de la energía eléctrica.
Además de los tranvías eléctricos, la Autoridad de Transporte continuará operando varias guaguas por la ruta del Condado, siendo también su intención la de continuar el servicio de varias guaguas de la ruta de la calle Loíza a través del Condado.